¿Tu familia está pasando por una mala racha? Ya sea que el problema en sí se deba a una falta de comprensión entre los involucrados, un conflicto entre hermanos o desacuerdos en el desarrollo de un niño, una situación difícil puede afectar a toda la familia. La consejería familiar, o terapia familiar, puede ser útil cuando surgen problemas y puede ayudar a restablecer y mejorar la comunicación.
Algunas situaciones que pueden beneficiarse de la consejería familiar incluyen:
- Si una familia está pasando por una pérdida.
- Si un miembro de la familia sufre de abuso de sustancias
- Problemas entre los padres (problemas de crianza o pasar por un divorcio)
- Si un adolescente está experimentando problemas de comportamiento, como arrebatos de ira.
- Conflicto entre hermanos
¿Cómo puede ayudar la consejería familiar?
La consejería familiar puede ayudar a abrir una línea de diálogo y comunicación y puede ayudar a los miembros de la familia a comprender las perspectivas de los demás. Esto facilita la resolución de disputas. Durante las sesiones de asesoramiento, cada miembro tiene la capacidad de aprender formas de comunicarse mejor, así como de desarrollar técnicas para reducir los argumentos mientras se asegura de que todos sean escuchados. Esto también puede ayudar con los problemas de crianza, como los estilos de crianza conflictivos, el cumplimiento de las reglas y la coherencia con su hijo una vez que se establecen las reglas.
¿Cómo se logra?
La terapia familiar o el asesoramiento se pueden utilizar además del tratamiento individual. El objetivo es mejorar las relaciones y mejorar los métodos de comunicación y resolución de conflictos. Las familias son un ecosistema único, y los problemas que afectan a un miembro de una familia pueden repercutir y afectar a toda la unidad. Los beneficios adicionales de este tipo de asesoramiento son que, en algunos casos, las sesiones pueden curar heridas emocionales en un corto período de tiempo.